He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre. Sal. 127:3.
Tengo un mensaje especial para los padres. Se me encargó comunicarles los estrictos requerimientos de Dios en cada familia. Es menester que padres y madres se reconviertan diariamente en cuanto a traer luz a sus propias familias. Cultiven la amabilidad cristiana en la instrucción de sus hijos. Vigílense a sí mismos.
Nunca permitan que su mano castigue a su hijo con ira.
Sus hijos son patrimonio de Dios y se los debe tratar bondadosamente, pero no justificarlos en su falta de respeto a la justicia y verdad por su propia irreverencia descuidada. Proporciónenle justicia. Cristo es verdad,
el modelo completo y perfecto de lo que cada alma debe ser si ha de entrar en las cortes celestiales. Todas las grandes verdades están expuestas. Nunca podrán sanar un espíritu maligno realizando una obra irreligiosa. Cristo es su modelo de carácter. . .
Sean afables en la conversación con sus hijos. Ninguna reprensión ruidosa y violenta los curará de alguna acción perversa. Sacudir a sus hijos en un arranque de ira no los convertirá de su error en la manera de cumplir la voluntad de Dios. Ellos pertenecen al Señor. Como pueblo que profesa ser reformador, la mejor lección que pueden dar a sus hijos en esta era de corrupción no es consentirlos a que adopten el estilo mundano. Hijos e hijas deben ser instruidos con respecto a lo que significa ser obedientes a las exigencias de Dios, quien los capacitará para tener un lugar en el reino celestial.
Velen y oren, padres y madres, no sea que entren en tentación. Entreguen sus corazones, mentes y almas al servicio del Señor. No han de ser severos, sino arrodillarse ante el Señor con sus propios corazones enternecidos por su gracia. Conviértanse para que puedan recibir la aprobación del Espíritu Santo. Qué alivio saber que el Señor los ayudará en toda emergencia, puesto que son obreros juntamente con El. . .
"Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo" (2 Cor. 5:10). Lean todo este capítulo. Lean el capítulo 6 y oren en favor de sus hijos. "Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios" (2 Cor. 6:1).
Padres y madres, ustedes toman la responsabilidad de traer hijos al mundo. ¿Consideran ustedes que no deben trabajar en vano? "Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios". . . Esto ocurre ahora en la experiencia cristiana.
Aquí tenemos un gran incentivo.
Aquí están las gracias que hemos de recibir, si cumplimos las condiciones. Padres, madres. . .
sus hijos son patrimonio del Señor que se les ha confiado para que fuesen criados en el temor del Señor.
ATO
300/EGW/MHP
AUDIO.
https://www.youtube.com/watch?v=1_GfVaFef70&list=PLVsLdOIe7sVtTdNTZKDdIfqcH7f8cGvrR&index=15&pp=sAQB
(Manuscrito 61, del 15 de octubre de 1911, "Responsabilidades individuales de padres y madres"). 301